
Toda cosa "muerta" palpitaba. No solamente las estrellas, la luna, los bosques, las flores, de que hablan los poetas, sino tamién una colilla en un cenicero, un botón blanco, paciente que nos echa una mirada desde el charco de agua de la calle... Todo eso me mostraba su rostro, su ser interior, el alma secreta que con más frecuencia calla que habla... Eso me basto para comprender con todo mi ser y con todos mis sentidos la posibilidad y la existencia del arte.
Wassily kandinsky
Avanti, buena foto, con el último sol saliendo de atrás, como revelándose el pensamiento o la historia.
ResponderEliminarEsta es la ventana al mundo real, tu verdadero mundo, al final es lo único que importa. Adelante!
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