"La Nada"

Una semana antes del devastador terremoto que azotó Tokio paseaba por Kyoto. Tranquilo, respirando, oliendo y sintiendo..
Es curioso como uno siente el azar, la fortuna de algo terrible que va a suceder, “NADA”
Siempre me he considerado una persona intuitiva, capaz de sentir cosas que no podía entender. Pero…. El día del terremoto recuerdo con exactitud lo que sentía cuando esa mole de edificio de más de 40 plantas se movía como un flan. “Nada”. Parado, mirando a todo el mundo, observaba que algunas personas rezaban, otros se encogían, algunos estaban tranquilos….me sentía como si todo a mi alrededor, paradójicamente, se moviese, pero en círculos, a cámara lenta. Y ahí estaba yo sin sentir “nada” especial. Me forcé a pensar “quizás sea el fin”, pero no sentía nada especial, nada que me dijese que aquello se iba a acabar, me forcé en pensar “no pasará nada”, pero tampoco sentía nada que me dijese que eso fuera así. Estaba perdido. Hasta pensé en Dios: “quizás en estos momentos sienta una revelación y se me manifieste diciendo algo”, pero nada, ese señor tampoco decía "nada". Lo cierto es que me alegré porque nunca he sido muy cristiano, y pensé, “a ver si la vamos a liar en el último momento..” Mientras tanto el edificio no paraba de moverse y yo en mi "NADA".
Todo terminó y mi “nada” se esfumó como si “nada” .La realidad tomó protagonismo, el teléfono sonaba, entraban los correos en el ordenador.. Me puse a trabajar, contesté a la familia y algo más de lo que ya ni me acuerdo..
Joder, ¡cómo puede uno estar en una situación así y no pensar "nada”!.. ¡El hombre intuitivo! Vamos para dejarme a mí en situaciones de emergencia elegir algo. –“¿Tú, qué eres el intuitivo, qué hacemos? – y yo: Nada”

¿Será qué la nada significa “algo”?…. seguro que no, por eso se le llama "NADA"